Medellín, 22 de Enero de 2024
Desde 2018 cuando asistí en Balí, Indonesia, como periodista del área económica a las reuniones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, me dio mucha alegría cuando anunciaron que la sede del próximo encuentro se haría en MARRAKECH, Marruecos en el 2021
Ustedes bien saben que vino la pandemia en 2020 y por consiguiente el confinamiento de la humanidad.
Estando en Colombia supe del aplazamiento para 2022 y luego para 2023. Alguna duda nos asaltó sobre la realización del encuentro, cuando en septiembre la provincia de Marrakech fue sacudida por un terremoto que tanto dolor dejó en vuestro país.
Me alegré luego al saber que tanto el gobierno marroquí como los organismos multilaterales decidieron continuar con los preparativos, hacer el duelo y prepararse para recibir a tantas personas, ahí en Bab Iglih.
Con mi esposa María Aurora Giraldo pudimos llegar en la madrugada del 9 de Octubre, después de haber volado por Air Europa desde Medellín a Madrid y de ahí casi dos horas hasta Marrakech, cuyo clima de alta temperatura nos permitió disfrutar de unas buenas reuniones y de la belleza de la ciudad.
Estuvimos alojados en un Riad de la calle Kasbah, cerca de la mezquita. En los primeros días me perdí un poco pero luego fui orientándome para caminar desde el alojamiento hasta el lugar de las reuniones. Quedo admirado por el laberinto de sus calles y la vitalidad del comercio y las múltiples viviendas que hay, confortables con hermosos patios internos donde están las ventanas. Al principio esa impacta a alguien que va de ciudades donde todas las casas tienen las ventanas mirando a las calles. Y solo creemos que los edificios cuyas paredes no tienen ventanas externas albergan alguna actividad especializada como una refinería de oro o algo parecido. El interior del Riad es bello y muestra la riqueza de los azulejos de la arquitectura marroquí.
MARRUECOS lo veo como un país que va en su línea de progreso, que avanza con su gente bajo el liderazgo del Rey MOHAMED VI. En su historia recuerdo de hace años cuando el reinado estaba a cargo de Hassan II.
Valoro su ubicación estratégica a un lado del Mediterráneo y tan cerca de Europa. Es de un potencial indescriptible. Me impresionó saber que muchísimos habitantes del país son como mínimo bilingues, algo que no tenemos en Colombia. Y sé que con esfuerzos tendrán una mejor educación cada vez así como un servicio de salud que cubra a más personas.
Entiendo que no es fácil con la geopolítica de hoy porque las naciones requieren de liderazgos y de mayor entendimiento entre los pueblos. De ahí que me gustó el mensaje leído por el delegado del Rey en la plenaria del viernes 13 de Octubre. De 2023.
Si bien no estuvimos sino una semana hasta el domingo 15 de octubre en la noche cuando volvimos al aeropuerto Menara para regresar a Madrid y Barcelona, la verdad es que disfrutamos de Marrakech.
Por ejemplo el sábado 14 pudimos ir por la zona de Ourika y escalar la cascada de las Montañas Atlas. Fue bello porque pusimos a prueba nuestra resistencia como personas que superan los 65 años. Nos ayudó la deferencia y atención de un guía que nos iba de salto en salto dando la mano para evitar alguna caída. Además pudimos entrar a un pueblo bereber y conocer las tiendas donde venden el aceite de Argán. Es algo maravilloso. En ese recorrido montamos brevemente en los camellos del camino. Fue una jornada de experiencias maravillosas.
Yo valoro en especial esa infraestructura y profesionalismo con el turismo, porque se nota que hay competencia, servicio adecuado y unos precios que no afectan el presupuesto de los visitante que no llevamos demasiado dinero. EL DIRHAM aprendí a valorarlo y me traje un billete de 20 para guardarlo entre mis cosas. Sin problemas pude cambiar dólares o euros para los gastos y algunas pocas compras que hicimos en la Casa Azul de Marrakech donde pudimos hasta adquirir la Lámpara de Aladino para que se nos aparezca el genio maravilloso.
El domingo 15 de Octubre lo aprovechamos para ir en un tour de solo transporte a ESAUIRA. Qué lindo lugar, con su barrio de comercio árabe, las bellas plazas y su fortaleza. Por ahí caminamos varias horas y hasta disfrutamos de un almuerzo de unos 12 dólares.
En el camino de Marrakech a allá nos admiramos de la inmensidad de la tierra poblado de olivares y de los árboles de Argán. Y me admiró que en pleno “desierto” en un parador restaurante hubiera tan buen abastecimiento y agua suficiente para los viajeros. De seguro que nos quedan faltando muchísimas cosas de un país tan bello porque sé que nos faltaron días para estar en Agadir, en Fez, Tánger, Casablanca y Rabat, entre otros sitios.
Vuestro país no es pequeño y de seguro que los más de 40 millones de habitantes saben que tienen mucho por descubrir y progresar. Ustedes como nosotros tienen muchas personas que han emigrado en busca del “sueño europeo” (para nosotros el “sueño americano “ de Estados Unidos. También ustedes tienen un potencial grande para atraer la inversión extranjera y seguir crecimiento su economía.
Me llamó la atención que la fábrica de cementos está lejos de los centros urbanos y con ello se logra mitigar la contaminación que pueda causar.
Al pueblo de Marruecos mi admiración. Hemos disfrutado de un viaje maravilloso. A todos ustedes les deseo mucho progreso en este 2024 que está despegando.
Sinceramente, JESUS ANTONIO VARGA MARIN, periodista residente en Medellín, la segunda ciudad de Colombia.
P.D. Sobra recordar que un hombre marroquí muy atento nos llevó en su carro desde Carabanchel al aeropuerto de Barajas en Madrid. Y ahí en el aeropuerto un joven también marroquí nos expresó su alegría cuando le dijimos que esa noche íbamos rumbo a Marrakech. Es la nostalgia por la tierra, como decimos entre nosotros.
Y otro detalle, no nos dejaron entrar a la mezquita en Plaza DJena ni a un cementerio localizado cerca de Bab Iglih.